domingo, 25 de octubre de 2009

“Ya casi nadie tiene duda: comenzó el final del papel impreso”


En su columna de hoy, publicada en El Nuevo Herald, Carlos Alberto Montaner repasa la historia del periodismo y observa el “implacable final del papel impreso” frente al crecimiento de Internet y el surgimiento de la nueva masa de comunicadores.


Hace más de 500 años, un artesano alemán llamado Juan Gutenberg, piadoso hasta el misticismo y poco hábil como negociante, le dio un golpe fortísimo a la Iglesiacuando editó la Biblia en la primera imprenta de tipos móviles utilizada en el occidente cristiano. Sin proponérselo, Gutenberg destruyó la vasta industria de los monjes copistas –miles de escribanos esparcidos por todos los conventos–, mientras, además, privaba a la institución de las generosas donaciones que hacían los fieles para ganar indulgencias y ascender al cielo en mejores condiciones mediante el sencillo expediente de pagar por copias de ciertos libros religiosos.

La Iglesia intentó defender sus intereses. Algunos predicadores llegaron a calificar la imprenta como “pecado” e intentaron prohibirla. Otros, esgrimieron como argumento contra el malévolo invento el triste destino que les esperaba a los monjes copistas, santos varones (era un oficio de hombres) condenados a la insignificancia y la inutilidad. Dios no podía estar de acuerdo con tamaña injusticia.

Hace más de 500 años, un artesano alemán llamado Juan Gutenberg, le dio un golpe fortísimo a la Iglesia cuando editó la Biblia en la primera imprenta de tipos móviles utilizada en el occidente cristiano

Pero Dios, en esa oportunidad, pudo menos que la productividad y el mercado. En una jornada de diez horas, con buena luz, un copista, que debía afilar constantemente la pluma de ave, solía escribir tres páginas, mientras un impresor, tras levantar los tipos y armar la caja, producía 150. No era posible combatir ese nivel de eficiencia con argumentos morales.Los copistas, pues, perdieron la batalla y desaparecieron rápidamente.Aumentaron, sin embargo, los artistas que iluminaban las páginas con colores y dibujos, los encuadernadores y los talladores de tipos móviles. La Iglesia, resignada, buscó otras formas de vender indulgencias y de nutrir sus cofres.

La historia viene a cuento de internet. Ya casi nadie tiene duda: comenzó el final del papel impreso. Dentro de unos años, los museos exhibirán los últimos ejemplares de las grandes revistas y de los diarios famosos, como hoy exhiben los libros incunables, los manuscritos medievales o los rollos del Mar Muerto. Internet, combinada con la edición electrónica, está liquidando rápida e implacablemente toda la industria editorial y ese fenómeno es imparable.

Ya casi nadie tiene duda: comenzó el final del papel impreso. Dentro de unos años, los museos exhibirán los últimos ejemplares de las grandes revistas y de los diarios famosos

Pero internet no sólo va a terminar con la prensa de papel, incluidos casi todos los libros. De la misma manera que puso de cabeza la industria musical y hundió a cientos de estudios de producción y editores de CDs, también hará desaparecer la radio y la televisión convencionales, que acabarán totalmente asentadas en la red,cambiará (ya lo hace) radicalmente la venta minorista (la mayor parte de las compras se harán por internet) y,combinada con el teléfono, le dará un giro total a la forma en que se comunican las personas. La educación, por ejemplo, será otra cosa muy diferente en apenas una década. No tiene demasiado sentido trasportar a millones de niños o universitarios diariamente para congregarlos en aulas cuando pueden juntarse e interactuar en una pantalla.

¿Desaparecerán los periodistas y los periódicos de la misma manera que desaparecieron los copistas y sus obras? Sí, pero serán sustituidos por una masa imponente de comunicadores que irán surgiendo espontánea e incontrolablemente en una internet que irá fragmentando la información hasta el punto en que será muy difícil establecer voces dominantes.

En el mundo periodístico que se avecina no existirán gurús como The New York Times, la AP, CNN, Fox o cualquiera de las grandes cadenas. Surgirán, en cambio, comunicadores solitarios que despertarán la curiosidad de los lectores o de los espectadores, puesto que es posible, como sugiere el éxito de YouTube, que los mensajes orales y con imagen acaparen el interés de unas personas que irán reduciendo su aprecio y su capacidad de atención por la palabra escrita.

En el mundo periodístico que se avecina no existirán gurús. Surgirán comunicadores solitarios que despertarán la curiosidad de los lectores o de los espectadores

¿Qué le resultará atractivo al consumidor de información en la era de internet? Lo de siempre: lo que despierta su curiosidad desde hace miles de años: noticias sobre los peligros que se ciernen sobre ellos, sobre las oportunidades de mejorar su calidad de vida, sobre violaciones de las normas y, como forma especial de diversión e inspiración, variaciones sobre personas que triunfan ante la adversidad.

Sobre esos cuatro ejes, seguramente necesarios para la supervivencia, los seres humanos organizan la información que dan y la que reciben. Así sucede en París y New York, en una aldea de Senegal o en la selva peruana. Así era cuando Gutenberg convirtió en una máquina de imprimir lo que era una prensa para aplastar uvas, y así ha sido desde que al Departamento de Defensa de Estados Unidos se le ocurrió crear una manera de comunicarse que no pudiera ser destruida por un ataque nuclear. Eso es lo único que nunca va a cambiar.

domingo, 4 de octubre de 2009

Las aulas y los libros de texto se digitalizan



Los educadores creen que los libros tradicionales serán pronto sustituidos por versiones digitales en los centros educativos

TAMAR LEWIN (NYT) 04/10/2009

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Los libros de texto aún no han pasado a la pantalla del ordenador, pero muchos educadores dicen que no tardarán mucho en ser sustituidos por versiones digitales, o suplantados del todo por lecciones recopiladas entre la gran variedad de cursos digitales gratuitos, juegos educativos, vídeos y proyectos disponibles en Internet.

      La noticia en otros webs

      Los 'libros lineales, finitos y rutinarios', son cosa del pasado

      "Los niños de hoy en día son diferentes", afirma Sheryl R. Abshire, directora de Tecnología del sistema educativo Calcasieu Parish en Lake Charles, Luisiana. "Son muy ágiles digitalmente hablando. Son multifuncionales, transponen y extrapolan. Y tienen una visión infinita del conocimiento".

      "No les llaman la atención los libros de texto lineales, finitos y rutinarios", continúa Abshire. "Los profesores necesitan recursos digitales para buscar documentos, blogs y páginas de contenido interactivo que los lleven más allá que los simples libros de texto de sota, caballo y rey".

      En California, el gobernador Arnold Scwarzenegger ha anunciado una iniciativa para sustituir algunos libros de matemáticas y ciencias en los institutos por versiones digitales gratuitas de fuente abierta. Con la difícil situación financiera de California, el Gobernador espera que los libros de texto gratuitos puedan hacer que se ahorren cientos de millones de dólares al año. Muchos directores están encantados. "En cinco años, creo que la mayoría de los estudiantes utilizarán libros de texto digitales", opina William M. Habermehl, director de las escuelas Orange County de California, a las que asisten 500.000 alumnos.

      Pero el futuro digital no forma parte del futuro inmediato en algunas clases. Hay que tener en cuenta que todavía hay una gran división digital. No todos los estudiantes tienen acceso a un ordenador, a un aparato electrónico de lectura Kindle o a unsmartphone, y pocos distritos son lo suficientemente ricos para facilitárselos a los alumnos. Así que los libros de texto digitales podrían aumentar el abismo entre ricos y pobres.

      "Gran parte de nuestros hijos no tienen ordenadores en casa, y sería demasiado caro imprimir los libros de texto digitales", comenta Tim Ward, subdirector de Enseñanza del Chaffey Joint Union High School District, California, que tiene 24.000 estudiantes, casi la mitad procedentes de familias de renta baja.

      Muchos educadores creen que los libros de texto digitales y los cursos en Internet empezarán a introducirse poco a poco, tal vez empezando por aquellos que quieran estudiar una asignatura que no pueden incluir en su horario escolar o para aquellos que necesitan más créditos.

      Venga cuando venga, la avalancha en Internet supone toda una amenaza para los editores de libros de texto tradicionales. La mayoría de los libros digitales sometidos a revisión en California proceden de un grupo sin ánimo de lucro llamado CK-12 Foundation que crea "libros flexibles" gratuitos que se pueden personalizar para cumplir las normas estatales, y a los que los profesores pueden añadir cosas.

      "Lo bueno de nuestros libros flexibles es que pueden ser lo que tú quieras", explica Neeru Khosla, fundador del grupo. "Los puedes usar en Internet, puedes guardarlos en el disco duro, imprimirlos, personalizarlos, incluir vídeos". Cuando la gente supere sus barreras mentales se dará cuenta de que no hay por qué pagar 100 dólares por cada libro de texto cuando puedes obtener gratis el contenido deseado".

      Cientos de Universidades de todo el mundo, incluidas el MIT y la Universidad del Petróleo y los Minerales King Fahd de Arabia Saudí, usan y comparten actualmente cursos de fuente abierta. Connexions, una organización sin ánimo de lucro de la Universidad de Rice, Houston, dedicada al aprendizaje de fuente abierta, ha enviado un libro de texto de álgebra a California.

      Pero tal y como está la economía, muchos educadores y expertos en tecnología coinciden en que la revolución digital desde la guardería al duodécimo curso aún tardará.