Pyongyang, ago 04 (Telam).- El ex presidente norteamericano Bill Clinton se reunió hoy con el líder norcoreano Kim Jong Il para negociar la liberación de las jóvenes que habían sido condenadas a 12 años de trabajos forzados por entrar ilegalmente al país. Luego del encuentro, los medios locales dieron a conocer la decisión.
La reunión se dio en el marco de una insólita visita sorpresa a un país con el que la Administración de Barack Obama ha mantenido una relación inicial tensa y alterada por una prueba nuclear efectuada por Pyongyang el pasado mes de mayo. Horas después de la reunión los medios norcoreanos han anunciado desde Pyongyang que Kim otorgó un "perdon especial" a las dos periodistas, Laura Ling y Euna Lee, quienes serán puestas en libertad.El hecho de que Kim Jong Il, poco dado a aparecer en público, haya recibido al ex presidente de EE UU y se haya fotografiado con él, ha llevado a los analistas políticos de Washington a pensar que Corea del Norte busca un nuevo comienzo con EE UU, después de unos meses en los que parecían apagarse las esperanzas de que la llegada de Obama a Washington significara un nuevo comienzo en las relaciones bilaterales.El encuentro, de hecho, fue más allá de la petición formal de que Pyongyang libere a las dos periodistas Laura Ling y Euna Lee, detenidas por soldados norcoreanos el pasado mes de marzo cuando grababan un documental sobre el tráfico de mujeres en aquel país. Según la televisión oficial del régimen, Central TV, los dos políticos "intercambiaron un amplio abanico de opiniones sobre asuntos de interés mutuo". Los medios estatales revelaron, además, que Clinton le entregó al líder norcoreano un mensaje verbal de Obama, algo que la Casa Blanca ha negado.La sospecha de que Clinton podía ser un enviado no oficial de la Casa Blanca la refuerza el hecho de que le acompañara John Podesta, que fue su último jefe de gabinete y que organizó la transición de poder para Obama el pasado mes de enero. A ambos les recibió en el aeropuerto de Pyongyang el negociador jefe en asuntos nucleares, Kim Kye-gwan.La esposa del ex presidente, Hillary Clinton, que este martes comenzó un viaje oficial a África, declinó opinar sobre el viaje. La Secretaria de Estado no es la persona más popular del momento en Corea del Norte. A finales de julio creó una pequeña crisis diplomática al decir, en una visita a India, que los norcoreanos son "adolescentes rebeldes, gente que busca atención". Un portavoz anónimo del Ministerio de Asuntos Exteriores de aquel país respondió, en un comunicado: "Sus palabras sugieren que no es inteligente... A veces parece una niña de primaria y otras una pensionista que va a hacer la compra".Sin embargo, con su marido, hubo más cordialidad. Clinton es un líder popular en el país asiático, el último presidente que envió a su secretaria de Estado, Madeleine Albright, a Pyongyang, en 2000. Aquel mismo año, el entonces presidente estuvo apunto de acudir en persona a reunirse con Kim Jong Il, tratando de cerrar un acuerdo para que el dictador aceptara desmantelar su arsenal de misiles. Al final la visita se canceló, ya que Pyongyang se resistía a cerrar un acuerdo definitivo.Las relaciones, durante los ocho años de la administración de George Bush, fueron ásperas. Kim Jong Il reinició su programa de enriquecimiento de plutonio y lanzó su primera prueba nuclear, en 2006. Bush se unió a una ronda de negociaciones con Corea del Sur, China, Japón y Rusia, tratando de llegar a un pacto para que Pyongyang aceptara renunciar a su programa nuclear. Finalmente se llegó a un acuerdo y el ex presidente eliminó al país de la lista de países que apoyan el terrorismo.Este año, con Obama, las relaciones volvieron a mínimos históricos. Kim Jong Il permitió un ensayo nuclear y diversos lanzamientos de misiles en pruebas. La embajadora de Obama en la ONU, Susan Rice, dijo el 12 de junio que "esos actos provocativos y temerarios tienen un coste, y Corea del Norte pagará un precio por sus actos".Ya en 1994 el ex presidente Jimmy Carter visitó al padre del actual dictador, Kim Il Sung, con la bendición de Clinton, que entonces ocupaba el Despacho Oval. Meses después, EE UU y Corea del Norte llegaron a un histórico acuerdo en materia nuclear. Si aquella experiencia sirve de precedente, puede que Clinton consiga mucho más que liberar a las dos periodistas cautivas.
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